Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

sábado, 22 de noviembre de 2014

SAT DARSHANAM - Verso 17 (El cuerpo del yo)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)


17- Tanto el sabio como el ignorante consideran al cuerpo como yo. 

El ignorante limita el yo al cuerpo. 

Para el sabio, el Ser brilla en el corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo.



Todos nosotros al decir "yo" nos tocamos el cuerpo.

Llevamos la mano instintivamente al pecho, pero más que nada "en dirección al cuerpo" para demostrar a quien nos mira (como en el lenguaje mudo) que estamos aquí y ahora, aconteciendo en esta misma forma, dentro de este organismo que llamamos "mi cuerpo".

Mi cuerpo implica "de mi propiedad", no decimos "yo, el cuerpo" o este yo-cuerpo y este otro yo-mente para diferenciarlo...

Hay algo que dice: este organismo, con el cual puedo expresarme es "mío", es para mi uso personal.

Hay algo ahí, entre el cuerpo y la conciencia, que iguala a "yo y mío".

Algo que se ha adueñado de este cuerpo, que se ha dado cuenta de que este cuerpo no es todo lo simple que parece.

Este acontecer en el plano físico, con una forma única y determinada,es una máquina asombrosa, una invención de la naturaleza que supera hasta el más pretencioso, de nuestros últimos avances tecnológicos...

Se trata de un maravilloso mecanismo fisiológico con la increíble capacidad de comunicarse con cualquier otra criatura.

Es capaz de recibir y transmitir información, desde y hacia cualquier otra forma de vida, desde cualquier otra "fuente" o "repetidora" de energía cósmica.

Otros organismos lo hacen, pero dentro de su propia especie... El cuerpo humano es capaz de conectarse con cualquier otra especie y hasta de controlarla, en el sentido de cuidar de ella, alimentarla y reproducirla a su antojo.

Ese "homo sapiens" ha sido capaz de eso y se ha adueñado de este cuerpo y de su mente, de su energía motriz... sin dejar que siga evolucionando naturalmente, normalmente, como todo ser lo hace, no en una dirección particular o de propio beneficio, sino hacia todos lados... universalmente.

El hombre ya no puede seguir dependiendo de esta entidad maligna, que fue utilitaria en el pasado, para desarrollarse y subsistir en épocas muy duras, pero que debe abrirse y soltarse, para seguir creciendo... para trascender, como lo hizo el sabio de Arunachala, en aquella pequeña cueva... emulando al "hombre de las cavernas".

Tal vez volvió al punto en que la evolución se complicó, para retomar de ahí "la senda" natural, la vía de la mente única, el sendero interior... el camino de la Luz que siguieron todos los seres realizados de la historia.

Al hablar de LUZ hablamos de apertura, de liberar al cuerpo de este parásito que lo tiene atrapado y atontado, que limita su capacidad de expresión, de libre comunicación y colaboración con el resto de las especies...

Hablamos de su cualidad de ser íntimo con su propio ser, de ser una continuación del orden cósmico, del ser universal.


El ignorante limita el yo al cuerpo. 

No hay yo alguno en el cuerpo... o dicho de otro modo, el cuerpo no tiene un "yo" propio, separado del resto de la creación. (punto)

Este "yo" que se adueñó del cuerpo es ficticio, totalmente antinatural y no puede subsistir si no consume constantemente la energía vital del cuerpo, volviéndolo así una masa de energía sin voluntad, sin brillo, sin vida verdadera...

Se perpetúa devorando toda su fuerza, desviándola intencionalmente (kármica-mente) en mantenerse a si mismo, artificialmente claro, intentando sobrevivir en su propia esfera de conciencia, en su ámbito creado arbitrariamente alejado de la creación.

Por eso sufre, por eso crea el mal (karma), por eso no alcanza nunca a disfrutar la maravilla de la vida real, de la vida nueva, que implica existir en completa unidad, en la comunión milagrosa de su ser con la luz cósmica, con el ser infinito que nunca comete error alguno, y siempre disfruta de su "juego".

Por eso, a hecho de salirse de este juego enfermizo, que produce sólo sufrimiento... le llamamos LIBERACIÓN.

Mientras sigamos produciendo este "yo", mientras lo sigamos alimentando y recreando, soportando y hasta reconociéndolo como necesario para la vida... nunca nos libraremos del mal, nunca dejaremos de crear limitación, condicionamiento, esclavitud... Nunca dejaremos de sentir esa sensación de carencia, ese sufrimiento profundo (habitual en las mañanas), que no nos deja disfrutar de la vida en paz, que nos margina de nuestro estado natural, de plenitud, de felicidad... SAT CHIT ANANDA.


Para el sabio, el Ser brilla en el corazón, sin límites, incluyendo al cuerpo y al mundo.

Para nuestro amado Gurú, y para todos los seres "despiertos", el "yo" no se limita a la piel... el Yo real incluye al cuerpo, como el lugar donde acontece esta conciencia divina, y desde donde se proyecta el verdadero cuerpo del hombre, la conciencia de ser, la mente pura, libre de apego a formas y nombres, libre de todo condicionamiento.


Observe esto: El Yo es sólo Ser, no siendo esto ni aquello.
Es simplemente ser. Sea... y hay un final de la ignorancia.
Indague para quién es la ignorancia (yo soy este cuerpo)
El ego surge al despertar de su sueño. Sólo cuando está despierto, usted dice que durmió,
Su vigilia también incluye la idea de que durmió... 
El cuerpo (la idea de ser esto) es el resultado de los pensamientos.
Realice su ser puro y no habrá confusión con el cuerpo.
Los pensamientos harán lo suyo, como es u función, pero eso no le afectará.
Cuando usted dormía, no le interesaba para nada lo que pasaba con el cuerpo,
ahora que lo sabe, usted podrá permanecer así SIEMPRE.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

El verdadero Yo no aparece y desaparece, enseñará el Maestro una y otra vez...

EL VERDADERO YO, EXISTE SIEMPRE, repetía...

La mente puede crearlo todo... puede crear un universo entero... pero NO PUEDE crear un yo.

La conciencia no puede crear una persona, una entidad realmente independiente, un ser individual que exista realmente, que subsista como sí mismo más allá de lo fenomenal, temporal, mental.

Toda creación, sea quién sea su autor, puede darse en su mismo nivel o en un nivel inferior.
Un ser humano puede crear cualquier artefacto, o participar en la creación de otro ser humano... pero NUNCA crear algo que esté por encima de su nivel de conciencia.

La mente tampoco puede crear nada más allá de la forma, de lo que pueda llegar a contener o percibir.
Por lo tanto esta creación del yo artificial tiene que desaparecer... tiene que sucumbir... y seguirá presionando y haciendo sufrir a todo el organismo, mientras se siga resistiendo a soltar, a dejarse ir, a liberarse de esa cárcel conceptual que él mismo creó y sostuvo durante tanto tiempo.

Toda la humanidad está destinada a realizar esto... todos estamos "en camino" a liberarnos y por eso, el Sadgurú no muestra la libertad que pueden alcanzar unos pocos... enseña el camino para que TODOS JUNTOS, como un solo ser, nos libremos de este lastre de siglos, de esta predisposición enfermiza y limitante, que nosotros mismos ayudamos en el pasado a mantener.

Y otra vez, es mediante la práctica de la autoindagación, la sagrada ATMA VICHARA que el Gurú nos insta a investigar adentro, a mirar si realmente esta entidad tiene vida propia, si está ahí realmente...

"Al agua no se la puede convertir en agua-seca" decía, "busque al yo y la mente (el pensamiento raíz yo-soy-esto) se destruirá", el yo-falso mostrará que era sólo un fenómeno circunstancial.

Y no podrá sostener más ante nosotros su engañosa realidad.

Esa mente única, la conciencia pura, la capacidad de comunicarnos con otros seres vuelta hacia adentro, crea una especial atención acogedora, capaz de abarcarlo todo y escuchar al cuerpo en sus raíces, allí donde todavía es sólo ser.

Esa misma mente única, que surge de cada átomo de nuestro ser, es la fuente inagotable que como el sol, abraza toda la creación, todo lo que aparece, todo lo que se manifiesta en su espacio infinito de esplendor.

Si acostumbramos a la mente a "pastar en su propio terreno", como la vaca que está acostumbrada a escaparse al terreno vecino... es decir, trayéndola "una y otra vez" de regreso al centro, al origen del yo, a la mente única, mediante la auto-investigación... terminará aceptando que ésa es su esencia real que no caduca, ni desaparece jamás... que ése es su verdadero Yo, que esa fuente universal que se halla también en el cuerpo (aunque no con exclusividad), es su naturaleza original... su semilla y su fruto, su origen y destino final... sin principio ni fin.


"La mente es la fase inteligente 
que conduce al ego 
hacia su propia destrucción, 
para que el verdadero Yo se manifieste"

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

El Gurú no nos pide que nos iluminemos, ni que realicemos el Ser... él dice: YA ERES ESO!

No pierdas más tu tiempo en una búsqueda innecesaria... ¡Ya estás realizado!

Buscar es sufrir... es seguir produciendo la separación y el sentimiento de carencia en nuestros corazones.

El volvernos el Ser, (necesitar convertirnos en lo que ya somos) es una idea nuestra (del ego) y de nadie más... el despertar es ilusión!

El despertar no existe aparte del "yo" falso, el mismo pensamiento crea esa ilusión de convertirse en algo, sólo para seguir en lo mismo.

La persona es la persona, es un fenómeno particular y no puede ser otra cosa que lo que es... No es un yo real, un ser independiente y libre por definición!

Sólo dejar de producirlo... de darle entidad... Es el verdadero camino, la práctica fundamental!

Dejar de crearlo y sostenerlo. alimentarlo con nuestra fuerza vital... y el "yo" parásito se esfuma, se diluye como lo que es, una producción puramente mental a la que si no se le da soporte, se debilita y disuelve en su propia fuente.

¡Tenemos que hartarnos definitivamente de todo esto, para ver la realidad tal cual es!

Dejar de elegir, de emprender, de intentar, de producir... a la persona.

Dejar de intentar liberar a la persona... y liberarnos DE LA PERSONA, del yo creado, de esta superproducción mental que nos limita y condiciona una existencia que debería ser maravillosa.

Dejar todo, saltar al vacío... morir al pasado, al futuro, al tiempo del cuerpo... Y sólo ser!!!


¡OM NAMAH SHIVAYA!

Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi