Sólo el silencio

Aunque la realidad del ser ha sido establecida de muchas maneras,decirlo no es suficiente: el ser sólo es conocido por experiencia propia.

Sri Bhagavan Ramana Maharshi

ॐ नमः शिवाय

miércoles, 15 de octubre de 2014

SAT DARSHANAM - Versos 10-11-12 (Conocimiento e ignorancia)

Cuarenta versos sobre la Realidad
(vivir desde el corazón)



10- ¿Puede haber conocimiento sin ignorancia? 
¿Puede la ignorancia existir sin conocimiento? 
Buscar el origen del individuo a quien pertenecen, y residir ahí, es verdadero conocimiento.

11- ¿Puede el conocimiento de todo, sin conocimiento del Ser, ser verdaderamente conocimiento? 
Percatarse del Ser, que es el soporte del conocedor y de lo conocido, destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.

12- Ni el sueño ni la cognición de los objetos es conocimiento. 
En el verdadero estado, que es diferente de ambos, no hay percepción de los objetos, sino que sólo brilla la conciencia. 
Por tanto, no es vacío.



Al ir practicando la autoindagación, la mente se va purificando sobre sí misma.

Tras no hallar nada en qué apoyarse, se aclara, se aquieta... y cuando uno está quieto, no queda más que OBSERVAR.

Es en esa observación que la forma empieza a diluirse lentamente y donde antes creíamos que encontraríamos un "yo", un ser como base de todo este proceso, sólo queda un eco, un fluir vibrante que lo abarca todo, la melodía suave y continua del lejano Corazón.

En esa luz van apareciendo conceptos cada vez más amplios, más liberadores, pero siempre en el marco de la dualidad, del conocimiento objetivo.

Poco a poco tenemos que ir investigando lo que la percepción, o la falsa imaginación, nos muestra como realidades eventuales, hasta llegar a tocar en profundidad su esencia y eliminar toda superposición conceptual, toda forma autogenerada y sostenida artificialmente.

El conocimiento es a la vez ignorancia, y ésta el preámbulo del conocimiento.

Ambos son dependientes y fluctúan, de polo a polo, como un péndulo que nunca puede detenerse.

La luz y la sombra, el largo y el alto, lo viejo y lo nuevo, son todos opuestos irreconciliables, pero al discriminar y trascenderlos, realizamos que se complementan y nos permiten descubrir la iluminación, la extensión y la duración, correspondientes.

Estas nociones no son independientes de sus pares, y por lo tanto, nos mantienen en la dualidad, en la forma, en la duda y el miedo ante lo que nunca se ve con claridad y seguridad.

La mente divida no puede hallar la salida, porque se basa sólo en conceptos de relación, no de realidad.


Buscar el origen del individuo a quien pertenecen, y residir ahí, es verdadero conocimiento.

Preguntas resultantes de la Vichara (investigación del ser), como la cuestión del nacimiento y la muerte, o el deseo de felicidad incondicionada, nos llevan a buscar cada vez con mayor profundidad.

Hasta aquí nos ha guiado la razón, que es totalmente válida, aunque siempre limitada... Ahora, con los ojos de la razón cerrados, tenemos que dejarnos llevar por la intuición, por esa vibración misteriosa, el "perfume del silencio" que nos ha dejado la práctica de la auto concentración.

Los conceptos no nos alcanzan, la verdad no asoma... y cuando la meta parece acercarse, la presión cada vez es mayor!

Pero si volvemos a la autoindagación, a preguntarnos a quién le surgen estas nociones, esta búsqueda, esta ansiedad... y permanecemos en ese espacio de consciencia pura, el corazón espiritual, sin pensamientos, sino más bien sintiendo la apertura que ello suscita, podemos ver con claridad que todo conflicto existe sólo en la mente, en la forma, en la superficie... y en aquellos que aún nos identificamos con ella.

. «A aquel para quien el sujeto no es diferente del Sí mismo, 
el objeto y la cognición tampoco aparecen diferentes del Sí mismo. 

A aquel para quien el sujeto es diferente del Sí mismo, 
el objeto y la cognición también aparecen diferentes del Sí mismo»

Ramana Gita


Si vemos y sentimos que ese ESPACIO DEL CORAZÓN en donde desaparecen los pensamientos, es realmente nuestro propio ser, además de funcionar ocasionalmente como el "sujeto" de conocimiento, vamos realizando en nosotros la verdad fundamental, no definitiva, pero si conductiva a la iluminación... y a liberarnos al fin de todo condicionamiento cognitivo.

¿Cuando vemos directamente la REALIDAD, quién necesita conocer qué cosa?

¿Qué duda puede caber sobre cómo observar el cuadro completo que se despliega naturalmente ante nosotros?

El DESAPEGO es la llave maestra, la clave de todo!

El ojo de la razón ha llegado a su límite... el ojo de la intuición se ha iluminado... ahora el TERCER OJO, el del corazón es el que nos muestra la verdad unificada!

Sólo tenemos que ser lo suficientemente fuertes como para seguir avanzando... cada vez más allá, tener la poderosa determinación y convicción, como para observar y seguir observando tras la observación.

No dejarnos arrastrar por percepciones, ni recuerdos, ni imaginación, ni ningún tipo de espejismo egoico!

Ni lo externo ni lo interno pueden ya engañarnos, porque vemos que en todo hay continuidad... identidad... movimiento, acción, pero sin pérdida ni ganancia de realidad.

Sin ese conocimiento ningún otro será suficiente... y con él, ya no precisamos conocer más nada!

Decía Shankara: qué es Aquello que conociéndolo, no hace falta seguir buscando nada más?

La consciencia es el espacio en que el Ser se manifiesta... el contenedor omnipresente que está en el origen, y por eso no puede ser definida!

No le caben los conceptos de principio y fin, ni de bien o mal...

La consciencia siempre está antes de cualquier comienzo y más allá de todo fin.


Percatarse del Ser, que es el soporte del conocedor y de lo conocido, destruye la pareja de conocimiento e ignorancia.

Darnos cuenta de que ESO que está más allá, y es la fuente de las dualidades (como forma y vacío), es el germen de ambas nociones, y en una misma acción indivisa, un movimiento único de manifestación... es lo que nos lleva al estado claridad mental, de certeza y de paz definitiva.

Es el fin de las luchas, las tensiones, las dudas y presiones internas... el miedo y la ansiedad externa, la ignorancia congénita que viene acosando a la humanidad desde hace siglos.

No hay más necesidad de conocimiento para ser, ni de ignorancia para recordar.

En el estado regenerado, no necesitamos siquiera una idea de nosotros mismos.

No nos vemos separados de nada, no nos vemos como un ser, sino como la visión misma, como la Consciencia que ilumina todo lo visible.

Somos el testigo que como el espejo refleja la realidad tal cual es, sin ser afectado por las imágenes que se proyectan, sin nadie del otro lado que necesite controlar reflejo alguno.


En el verdadero estado, que es diferente de ambos, no hay percepción de los objetos, sino que sólo brilla la conciencia. 
Por tanto, no es vacío.

En el verdadero estado, que es siempre aquí y ahora,  ya estamos despiertos!

Es el fin de la búsqueda, y nuestra relación con el mundo cambia...
Ahora ya no nos buscamos mutuamente uno en el otro.

Sri Ramakrishna usaba la parábola del León que nació ente las cabras, y tras un tiempo de desorientación vió su reflejo en el río... y comprendió todo en un instante!

Cuando un referente fuerte, alguien muy significativo para nosotros (como el Sadgurú) o la vida misma, nos dicen, casi abofeteándonos: TÚ ERES ESO! Despertamos y el verdadero camino comienza...

En verdad, el camino es a cada paso... Porque no hay camino cuando descubrimos que en realidad estamos siempre en casa, que siempre lo estuvimos... y que sólo hay "casa", espacio infinito del corazón, sin nadie (separado) que lo habite!

Al fin ya no hay dudas!

No hay hacedor ni experimentador, ni cosa experimentada!

La vida de realiza de instante en instante, de unívoca forma, sin dualidades.

Sólo hay consciencia!

No existe el "quién" (sujeto experimentador), separado del "qué" (objeto experimentado)... y al final ambos retornan al principio, y se funden en uno, que no es nada... y lo es TODO.

Sólo existe el "cómo" (la experiencia), sólo SER y nada más.

El error humano es identificarnos con el "qué" y el "quién" que van apareciendo en la pantalla de la mente.

Cuando en verdad siempre fuimos el "cómo", la pura consciencia...

La Consciencia del Ser en unidad con el aquí y ahora eterno!





OM NAMAH SHIVAYA 

Âtma Vichara paso a paso

Persigue inexorablemente la búsqueda del "Quién soy yo".
Analiza tu personalidad entera.
Trata de encontrar dónde comienza el pensamiento del Yo.
Prosigue con tus meditaciones.
Continúa volviendo la atención hacia adentro. (Un día la rueda del pensamiento perderá velocidad, y una intuición surgirá misteriosamente)
Sigue esa intuición, deja que tu pensamiento se detenga, y te conducirá finalmente hacia la meta.

De las Enseñanzas de Sri Ramana Maharshi